Uno de los discursos sobre el que merece la pena detenerse en estos días de terror es este, del que os destaco algunos párrafos:
“Se daban todas las circunstancias para propiciar el estallido de un conflicto que podría haber precipitado la catástrofe”.
“Teníamos a ambas poblaciones agotadas en grado extremo; teníamos extremistas en ambos lados listos para provocar incidentes; teníamos una considerable cantidad de armas fuera del control de las fuerzas del orden reguladas”.
“El verdadero triunfo es que se ha demostrado que representantes de todas las potencias han hecho posible acordar una forma de llevar a cabo una operación delicada y difícil a través del diálogo en lugar de las armas, y de esta forma han evitado una catástrofe que habría acabado con la civilización tal y como la conocemos”.
“Después de todo lo que se ha dicho sobre ese gobernante hoy y en el pasado, creo que esta Cámara tiene que reconocer lo difícil que resulta para un hombre en esa posición retractarse de las enfáticas declaraciones que había hecho entre los vítores de sus seguidores, y reconocer que admitir, aunque fuera en el último momento, la discusión con los representantes de otros gobiernos esos asuntos que había declarado fue una real y sustancial contribución por su parte”.
“Comparten nuestros miedos y nuestras esperanzas. Se alegraron con nosotros de que la paz fuese preservada y con nosotros miran hacia adelante en busca de más esfuerzos para consolidar lo que ya se ha hecho”.
“Desde que asumí esta tarea, mi principal propósito ha sido trabajar por la paz, la eliminación de las sospechas y animosidades que durante tanto tiempo nos han envenenado. El camino hacia la pacificación es largo y está lleno de grietas y obstáculos. Ahora que lo hemos superado, creo que es posible hacer mayores progresos en el camino hacia la cordura”.
Este discurso lo pronunció el Primer Ministro Británico Neville Chamberlain en el Parlamento el 3 de octubre de 1938, tres días después de haber firmado el Tratado de Múnich que evitaba la guerra entre el Reino Unido y Alemania. Con él se daba paso a lo que se llamó Política del Apaciguamiento ante la efervescencia del nazismo y el Tercer Reich. Podéis leer el discurso completo, titulado Paz en nuestro tiempo, aquí [ENG].
Huelga explicar lo que sucedió después.
La paz, para ser posible, tiene que ser un deseo compartido.
La diplomacia, para ser viable, tiene que ser un compromiso inquebrantable entre las partes en conflicto.